Salvar Vidas, una empresa dedicada a la atención sanitaria, ha colaborado con la Fundación Gomaespuma para impartir en total ocho talleres de primeros auxilios en varios pueblos de la Casamance, en Senegal. Su lema: “aprender, actuar y salvar vidas” ha viajado con ellos a otro continente para ofrecer una formación básica a grandes y pequeños.
Generation ’72 Urok Juwatt, asociación local, y Max Diatta, miembro de la asociación y colaborador incansable de la Fundación Gomaespuma, han hecho posibles los talleres, además de ser los artífices de su éxito haciendo labores de comunicación y logística.
En las zonas rurales de Casamance a veces se hace complicado acceder a un hospital de forma rápida. Por eso, Raquel y David, de Salvar Vidas han tenido una afluencia envidiable en todos los talleres. Algunas de las prácticas impartidas fueron la RCP o qué hacer en caso de atragantamiento, especialmente en los más pequeños. Al finalizar el taller se abría un turno de preguntas. Las dudas más frecuentes eran qué hacer en caso de ahogamiento y cómo cargar con una persona que haya perdido el conocimiento, ya que muchas veces ocurren accidentes en los campos y es difícil la comunicación.
Siete de los talleres fueron en distintos pueblos de la región y uno en un colegio. Así, los más pequeños podrán gestionar estas situaciones de estrés y también transmitirles los conocimientos a sus mayores. Además de llevar su lema, hemos de decir que Salvar Vidas se adaptó perfectamente: para practicar algunas técnicas había muñecos de modelo, cosa que, especialmente en el colegio, causó furor.
Es un placer poder seguir colaborando con la asociación local Generation ’72 Urok Juwatt, que no solo han hecho posible que se puedan dar estos talleres. También han gestionado la presencia de colaboradores de la Cruz Roja para su propia formación. Lamine y Bakary, los dos colaboradores de la Cruz Roja, y Adama, colaborador de Casamansanté (organización por el acceso a la sanidad, especialmente en niños), nos han ayudado tanto en tareas de traducción a la lengua diola como al soporte logístico de transporte, difusión de los talleres… De este modo, los primeros auxilios llegarán a mucha más gente y podrán seguirse impartiendo estos cursos sin interrupción gracias a los colaboradores.
La buena acogida que obtuvimos y el interés en esta labor, tanto por parte de las asociaciones locales como por parte de los asistentes a los talleres, hace que nuestro lema y objetivo de educar con una sonrisa no solo llegue, sino que valga la pena seguir empeñándonos en ello